¿Libre para qué?

Muchas veces confundimos la libertad con la satisfacción del simple gusto o el capricho.

Ser libre es un tesoro maravilloso que nos ha sido dado para descubrir esa capacidad de obrar con criterio y hacerla crecer todos los días, para tomar las decisiones más simples a las más complejas de la vida, eligiendo las mejores certezas para la vida.

Cuando frente a las responsabilidades ejercemos esa capacidad con decisión firme, constante, de realizar la tarea lo mejor posible, en ese instante hemos tomado la decisión de renunciar a ser mediocre.

Educando la voluntad, a pesar de las propias limitaciones y dificultades, estamos creciendo hacia la práctica de los hábitos buenos. Son las virtudes, su práctica diaria, es el camino que nos alejan de los vicios, a los cuales todos estamos expuestos.

Considero, que hoy más que nunca se necesita que tomemos conciencia acerca de lo que es esencial, en la vida institucional de una nación. Me refiero a plantearnos, ¿qué nación queremos dejarles a nuestros nietos?:

-Un país que no cumple con el mínimo exigido de clases?

-Un país en donde no se invierte lo suficiente en ciencia, tecnología e investigación?

-Un país, en el cual, desde el Rodrigazo, se va perdiendo o diluyendo la capacidad cívica de cada uno de nosotros, para participar con más compromiso y ayuda solidaria

-Un país, en el cual, el sentido común de las personas se desvanece frente a la avivada más aplaudida

-Un país, en general, que se mira el propio ombligo, sin comprometerse en apoyar al otro, al que necesita, al menos con una palabra de estímulo

Pero, querida/o lector/a, existen también millones de personas que van dejando sus huellas positivas, son aquellos que se animaron a ser más coherentes en sus actitudes concretas ya sea con los amigos, en su familia, etc.

Hoy, recuerdo con mucha emoción, a mis carísimos padres, por su entrega incondicional, su esmero diario por enfrentar la vida, su ejemplo. Ellos se han unido a tantísimos otros varones y mujeres de nuestra tierra, que dieron también, sus esfuerzos y su vida, por nuestra querida Nación Argentina.

Así es la historia, la misma de los hechos de la gente que habita en los pueblos. Ahora, cada uno de nosotros, está haciendo historia; estamos definiendo nuestro presente y nuestro futuro. Es por eso, que acordarme de mis padres, me lleva a honrar a tantísimas personas que lucharon por la vida, la libertad. Esto debe darnos fuerza para enfrentar la crisis y saber que, si nos unimos lograremos vivir mejor.

En tiempo de crisis, la solidaridad cotidiana, la valentía para escuchar y hacernos escuchar, la responsabilidad de estudiar para ser ciudadanos más críticos, dar afecto y transmitir nuestros mejores valores podrán hacernos hoy, un pueblo más libre, que aspira a vivir con más conciencia cívica

Para que reflexionemos juntos, te comparto: ¨superar las propuestas que nos da el espíritu mundano, tales como, vivir para vos, acumular para vos, juntar para vos y configurar esa imagen de ese hombre y mujer egoísta que tiene un nombre en castellano y se llama yo, me, mi, conmigo, para mi. El egoísta vive encerrado en él y acumula para él. El egoísta engorda en su egoísmo¨. ( Cardenal Bergoglio)

Gracias querido/a lector/a por estar

Jorge Alberto Herrera

Educador contemporáneo

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