San Martín:el hombre que le dio a su vida un sentido

Fue un ser humano que nació en una familia común. Sus padres fueron Juan de San Martín y Gregoria Matorras. El lugar que lo recibió: Yapeyú, cuna de las Misiones Jesuíticas, fundada por Fray Roque González de Santa Cruz, hoy santificado por el Papa Juan Pablo II.

De sus padres recibió la educación esencial, los valores profundos que hacen a la persona: el conocimiento de sí mismo, la educación del carácter, de la voluntad y la formación del criterio,etc.

Una vez leí la vida de quien fue Canciller del famoso monarca Enrique VIII, me refiero a Tomás Moro, que lo enfrentó y expresó: ¨No es la vida lo más importante, sino las razones por las que uno vive¨.

San Martín descubrió razones, objetivos para ¨gastar¨ la vida: la Nación. La Nación no es el lugar o territorio en que uno nace solamente. Comprende, además, toda una herencia espiritual, moral, intelectual y cultural que marca el tipo humano nacido. Es reconocer una misma lengua, un mismo origen, un destino que nos hermana y nos convoca hacia delante sin demoler a nadie, aprendiendo a vivir juntos a otras personas, construyendo día a día lo que a cada uno le toca, buscando el bien común material y espiritual

San Martín luchó por nuestra Nación para unirla en paz. El cruce de los Andes para llevar la libertad a Chile y Perú, demostró la fortaleza de su espíritu, ya que físicamente estaba enfermo. La fortaleza es una virtud que nos impulsa a hacer lo que debemos, a pesar de lo difícil que sea el realizarlo y que nos hace permanecer en el bien pese a las dificultades. También refrena las protestas de nuestro ser ante los sacrificios que muchas veces el bien exige.

Mas allá de las miserias, debilidades e imperfecciones que seguramente tuvo, San Martín adquirió de la fortaleza interior, el ser magnánimo (grandeza de ánimo), que le ayudó a descubrir que tenía que hacer lo que tenía en sus manos: ¨serás lo que debes ser, sino no serás nada¨

Nos toca a nosotros, paciente lector, continuar con nuestro viaje, sabiendo que cada pequeño logro diario puede ser un verdadero cruce de los Andes, con mensajes de esperanza, alegría a todos aquellos que comparten algo con nosotros.

En la lucha por la libertad fueron muchos los varones y mujeres de nuestra tierra los que dieron sus esfuerzos y su vida por la emancipación. Así es la historia: la suma de los hechos de la gente que habita en los pueblos.

Ahora, cada uno de nosotros está haciendo historia, estamos definiendo nuestro presente y nuestro futuro. Por eso mirar hacia atrás y encontrarnos con otras personas que lucharon por la libertad, como el caso del General José de San Martín, debe darnos fuerzas para enfrentar la crisis y saber que, si nos unimos, lograremos vivir mejor.

En tiempos de crisis, la solidaridad cotidiana, la valentía para escuchar y hacernos escuchar, la responsabilidad de estudiar para ser ciudadanos críticos, la de enseñar, dar afecto y transmitir nuestros mejores valores, podrán impulsarnos a forjar una nación libre, justa y soberana.

Para concluir, deseo rescatar el mensaje del esfuerzo y el de la honestidad, entre otros en el legado de San Martín. Como dice, el Doctor René Favaloro, ¨entendámonos bien, corresponde a los jóvenes ahora y siempre estar en la vanguardia de los movimientos que luchan por una sociedad más justa, pero el acto de vivir lleva implícito obligaciones, deberes y responsabilidades. Además de derechos¨. Continúa Favaloro, ¨Sus administraciones fueron siempre modelo de cómo utilizar correctamente los dineros públicos, sin gastos superfluos y dando cuenta hasta el último centavo, como queda bien ejemplificado en los archivos correspondientes¨.

Gracias por estar!

Jorge Alberto Herrera

¨Educador contemporáneo¨

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