Jorge Herrera en Línea

Gestión con autoridad

Existen momentos en los cuales es necesario realizar alguna observación o crítica, a algún/a colaborador/a, en las instituciones laborales, en empresas, incluso en la familia, o con amigos, y uno se plantea ¿cómo se lo digo, para que no se enoje o lo tome a mal?

Es cuando se hace necesario superar lo emocional que lo une a esa persona y refugiarse desde la inteligencia emocional, para plantear la situación con madurez y claridad, sea quien sea el destinatario. Es decir, surge la necesidad de ponerle palabras a las emociones, con mucho respeto hacia la otra persona.

Es el momento de aplicar una Gestión con autoridad orientada a la corrección del error, sin dañar a la persona que lo cometió. Esto que parece fácil, es muy difícil de realizar, pero no imposible. Muchas veces, se escuchan comentarios, tales como: ¨todo el tiempo que le dediqué a tal o cual tarea, y fijate lo que me dijeron…¨

¨Qué mal me siento, por lo que me dijo…!

Son algunas de las expresiones, que se escuchan a diario, piense usted, paciente lector/a, otros de la vida cotidiana y verá que tanto para el jefe o director de la empresa y al empleado, les cuesta expresar y realizar la corrección sin herir a la persona, en el primer caso y en el segundo, aceptar el error con autocrítica. También, se puede dar la situación a la inversa, es decir, que el jefe no pueda o no quiera aceptar una crítica positiva de su empleado/a

El ego nos puede jugar una mala pasada, en especial, cuando se convierte, en el primer violinista de nuestras vidas, considerándome el centro del mundo.

A mi modesto entender, propongo para mi persona y lo hago extensivo a vos, sin imponerte nada en absoluto, querido lector/a algunas reflexiones:

· Recuperar una Gestión de la autoridad que empiece por uno mismo, ¿cómo soy?, ¿me acepto?, ¿cómo está mi autoestima?

· Asegurar que toda reprensión debe respetar a la persona. Ejemplo: ya sea su empleada/o, su hijo/a, esposa/o, etc

· Que la Gestión con autoridad orientada a la reprensión sea necesaria y no le haga perder las motivaciones laborales y de vida a la persona a la cual va dirigida el señalamiento.

· Que la persona no se sienta censurada en su libertad interior

El tema central pasa, desde mi visión, por una gestión con autoridad que asegure cómo abordar lo negativo, es decir, el error, sin herir a la persona. Pues, dirigir no significa que yo empequeñezca al otro y lo menosprecie, aunque crea tener razón.

Desde la Gestión con autoridad, debo atender a la atmósfera que existe en la empresa y a las relaciones de unos empleados con otros, sino la productividad pronto decaerá. Lo mismo ocurre en las relaciones familiares.

Para concluir, la Gestión con autoridad del empresario, del dirigente político, de la madre/padre de familia, del hijo/a, etc debe procurar que las personas que se encuentran a su cargo, o que están a su alrededor, despierten vida con su trabajo, desde el saludo elemental hasta la responsabilidad puesta en él.

Tómate unos minutos y reflexiona: define con una palabra, ¿Cómo es tu gestión?.

Muchas gracias por estar. Jorge Alberto Herrera