Jorge Herrera en Línea

Ser asertivo, ¿es posible en el siglo XXI?

Según el Departamento de Recursos Humanos de la Universidad de Tufts, en Massachussets, EEUU, la define como ¨una forma de expresar pensamientos, sentimientos y creencias de manera directa, honesta y apropiada, teniendo respeto por uno mismo y por lo demás¨.

Pues, se trata de llegar a un acuerdo con el otro/s, desde una decisión de cooperar voluntariamente, rescatando, lo que a mi criterio no debe faltar en toda relación: el respeto.

Con un ejemplo, puedo ser más claro: no puedo expresar lo que siento, doy vueltas y vueltas, ¿y?. Complete Usted, el ejemplo y coloque nombres reales a la situación. Esquematizando y simplifificando, uno puede gritar y descargar toda la bronca posible… o bien callarse la boca y soportar…Vivir bajo presión en forma permanente.

Una actitud asertiva frente al ejemplo, nos plantea otras respuestas:

1. Tengo que serenarme. Es verse a uno mismo, empezando por poner en armonía la propia personalidad.

2. Tengo que hablar con la persona que sea, colóquele nombre y apellido, y exprese su dificultad de manera más reflexiva. Pues, una respuesta asertiva es una respuesta clara, que el interlocutor puede comprender lo que se le dice. Se expresa con flexibilidad. (a diferencia de una actitud agresiva en la que la mente se cierra y no llega la luz).

3. Ser asertivo resulta crucial para resolver cualquier situación difícil a la que nos enfrentemos y en cualquier ámbito: laboral, en el matrimonio, con los hijos, etc.

4. Reflexionemos un poco más, hay que diferenciar entre asertividad y agresividad desbordada. La agresividad como salida de cauce, implica ¨la expresión de pensamientos, sentimientos y creencias de una manera inapropiada y que atropella los derechos del otro¨. (según la Universidad de TUFS). Puede ser activa o pasiva, pero, siempre comunica una sensación de no respeto.

5. La asertividad busca un resultado positivo para ambas partes; la agresividad busca un resultado positivo sólo para una de ella: uno es el ganador y el otro es el perdedor

6. Es indispensable mantener el control de nuestras emociones, no tapándolas, ni que exploten.

Te preguntarás lector/a, y para que sirve esto de ser asertivo?. Trataré de explicarlo con mejor claridad y te lo fundamentaré desde mis convicciones:

· Ser honesto no significa ser un zonzo: decile a ese que se aguanta todo…, como a veces ocurre en las instituciones, incluso en las mejores familias.

· A las instituciones sea las que fuesen, en las empresas, les conviene trabajar a fondo los valores y las actitudes asertivas. Pues, son más creíbles, van a soportar las crisis, la gente va a recurrir a esas empresas que buscan rentabilidad, pero, que ofrecen el mejor servicio

· Estamos viviendo un momento histórico en donde se han relativizado, en general, los valores. Pero, estamos a tiempo de ponernos de pie, vivir con más dignidad, recuperando el valor de la palabra, enfrentando los problemas, avanzando sin demoler a nadie.

· Recuperando la comunicación entre las personas, mirarse a los ojos, hablando, escuchando, compartiendo y llegar a admirar a determinadas personas, que son íntegras sin hacer ruido.

Estoy convencido, paciente lector/a que vale la pena cultivar las actitudes asertivas: seguir creciendo desde la historia que te toca vivir. Es una manera de fortalecer a la persona desde adentro. Seguro, que se mejorará la participación democrática, las relaciones laborales, la vida en los barrios, etc.

Creo obstinadamente en el cambio, en el crecimiento y escribo para eso, en especial, para los que luchan en encontrar el sentido de sus vidas. ¡Gracias por estar!

Jorge Alberto Herrera