INVITACIÓN…A COMPARTIR LA VIDA…

De mis queridos padres Luisa Laura y José Néstor,
aprendí a descubrir en la vida la presencia de Jesús, en los pequeños gestos de la vida cotidiana: dar gracias por el pan, las oraciones de la mañana, una acción de ayuda a alguna persona que lo necesitaba…

 Con los años, el contacto con distintas personas, a las cuáles recuerdo y les estaré por siempre agradecido…me brindaron confianza…para crecer…En mi adolescencia, la práctica del deporte, la búsqueda de la vida sana,  alguna experiencia de teatro con el profesor Osvaldo Abruzeci, fueron  claves de práctica cotidiana, y el camino del conocimiento, la
vivencia de la fe, me fueron orientando hacia la opción por la educación de los jóvenes…

Con los años mi mirada se fue profundizando, el proyecto de formar una familia y casi sin darme cuenta, las vinculaciones se fueron dando, madurando, relacionando los aspectos de la vida más significativos… No fue fácil este proceso, pues, el dolor, la incertidumbre, el miedo, la fragilidad…las pérdidas, también se instalaron…

 Así como cada uno de los dedos de la mano son diferentes en su tamaño, adquiriendo sentido cuando se expresan unidos a la mano, al cuerpo vital, cumpliendo su función en un todo armónico. Así también, cada uno de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo de la Iglesia, realizan su apostolado, brindando un servicio de distintas maneras, según su carisma.
Por el bautismo somos miembros activos de la Iglesia de Cristo.

 Descubrí, por la gracia de Dios, mi lugar de vida en el medio del mundo, sin ser de este mundo, asumiendo mi vida humana y cristiana en lo cotidiano, con mis sombras y mis luces. Ni las preocupaciones familiares, ni cualquier otra actividad temporal pueden alejarme de aquel compromiso. Pues, debo reconocer siempre y en todo lugar a Dios, su gran paciencia con lo que soy; por Él es en quien vivimos, nos movemos y existimos…

 Asumiendo lo que me ha tocado vivir, así cada uno de nosotros, según las cualidades personales y la formación recibida, también, debe asumir aquello que corresponda, dedicándole tiempo, en aclarar, difundir y aplicar los principios cristianos a los problemas de hoy.

En estas páginas, estimado lector/a encontrarás comentarios, experiencias, historia, cultura, educación, los jóvenes, reflexiones, desde un punto de vista de un educador, sin pretender ser dogmático, ni imponerte nada, Sólo reflexionar para descubrir el sentido de la vida (Victor Frankl), ya que en esta sociedad industrializada y su compañera la sociedad de consumo, no se le da el espacio necesario.

 …Hay cosas por hacer, no puedo detenerme en pensar lo que vendrá…

 …¨No es la vida lo más importante, sino las razones por las que uno vive¨ (Tomás Moro)

 ¡Buena vida para TODOS!, ¡Gracias por estar!!

Jorge Alberto Herrera

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