Uno es lo que piensa

Todavía recuerdo cómo el Doctor René Favaloro gesticulaba llevándose los dedos a su cabeza, señalándose con insistencia, la necesidad de pensar en forma reflexiva, si realmente deseábamos cambiar algo en lo personal y también, en mejorar en los lugares de trabajo. (Podés consultar en galería otras fotos)

Algunas señales que favorecen a la construcción de una cultura del pensamiento

Esta propuesta es aplicable en cualquier ámbito, ya sea en empresas, instituciones intermedias, instituciones de Salud, institutos de formación docente, parroquias, en las familias, etc.:

  • Si propiciamos el apoyo y el incentivo para que la persona, en cualquier edad, se habitúe a argumentar sus puntos de vista, enumerando las razones con sentido común, desde su visión y espacio de acción

  • En la mayoría de los casos es necesario superar la mera descripción de un determinado fenómeno (cómo es), para avanzar hacia la complejidad del pensamiento, ya sea, analizando los pro y contra de una situación, explicando cómo se sostiene una determinada decisión; ponerse en el lugar del otro (empatía); qué decisiones tomarías si ocuparas ese rol?, etc.

  • Una pregunta clara en el momento justo, puede ayudar a la persona a reflexionar sobre una postura o formas de ver una situación, etc. Ejemplos: ¿Qué creen qué pasó?, ¿Qué les hace pensar eso?, ¿Qué razones tienen para actuar de esa manera?; ¿Qué entendiste de lo que se habló?

  • Es muy común que una persona vea las cosas sólo desde su punto de vista y que argumente a partir de ello. Esto hay que saberlo y generar otras alternativas con ejemplos sencillos, qué ves desde tu posición mostrando una lapicera o cualquier objeto. Seguramente cada uno verá del objeto aspectos diferentes. Son las visiones complementarias.

  • Promover la predisposición a ser cuidadosos y detallados cuando pensamos. Esto ayuda a crear hábitos para pensar en forma ordenada, simple, pero, clara.

  • Y si damos un paso más, se puede incentivar a descubrir los patrones de pensamiento, es decir, cuál es la forma particular que cada uno tiene para pensar

  • Se necesita generar interrogantes cuando emocionalmente alguien se acelera en la toma de decisiones. Acelerarse sin reflexionar puede comprometer el escenario de la empresa, institución o el presente de una familia.

  • No rendirse ante la primera dificultad o cuestionamiento que surja, ni abandonar fácilmente lo que se está haciendo

  • Frente a la complejidad de una situación determinada, originar un bombardeo de preguntas, generando nuevas ideas y explicaciones.

  • Buscar diferentes formas de pensamiento, antes de tomar las decisiones

  • Promover el análisis de situaciones, antes de tomar las decisiones. Es una ejercitación para formular y resolver problemas

Paciente lector, el siglo XXI nos plantea el desafío de un trabajo:

  • Desde la cultura de la colaboración con otros semejantes que sin duda lo encontraremos en el camino
  • Sosteniendo que todas las personas tienen potencialmente la posibilidad de aprender y de desarrollar actitudes positivas
  • Es necesario crear ambientes y espacios propicios para pensar en forma reflexiva.

Lo concreto es que la cultura del pensamiento es una forma de encarar la vida, atraviesa todas las dimensiones de la persona: el cuerpo, las emociones, el espíritu, la inteligencia, etc.

Además, se puede abordar desde cualquier rol institucional que se ejerza, porque el propósito es aprender a pensar reflexivamente frente a lo complejo y a los conflictos.

Cuanto mejor pensemos más posibilidades tendremos de hacer las cosas bien.

Y vos lector, te animás a expresar cómo pensás?, o preguntale a una persona de tu confianza cómo es tu pensamiento?.

Jorge Alberto Herrera

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