Jorge Herrera en Línea

Experiencia Favaloro

Sentado, reflexionando en mi escritorio de trabajo del Colegio Parroquial Sagrada Familia de la localidad de Haedo, Buenos Aires, Argentina, durante varios días de 1999, casi próximo al tercer milenio; observando a través de la ventana que daba a un jardín con plantas, flores y árboles, venía a mi mente casi como una obsesión, ¿qué podíamos hacer para que los alumnos, las familias y también para nosotros, los docentes, logremos encontrar reflexivamente caminos nuevos, estimulando los deseos internos de superación personal, dejando de lado, nuestros propios egoísmos, buscando  alternativas de cambios  renovadores más éticos?

¿Cómo reaccionar frente a la avalancha de estímulos externos, que no nos ayudaban a construir la vida con mayor humanidad?. Tantos mensajes que sostenían que la acumulación de la riqueza por sí misma generaba felicidad y que se promocionaba la figura del héroe de película y del deporte. Compartiendo estas inquietudes con el equipo directivo y docente surgió la posibilidad de buscar personas de diferentes formas de pensar, sentir y actuar, que se animaran a escuchar a los adolescentes, con sus inquietudes, dudas frente a un siglo XXI que ofrecía un mundo que se avecinaba como complejo, en la falta de trabajo, escasez de alimentos, y una tecnología de avance que cambiaría las formas de trabajo. En fin, mucha incertidumbre social y cultural. Al mismo tiempo era una invitación a unirse a buscar juntos nuevos caminos, nuevas alternativas frente a ese mundo nuevo que se avecinaba…

Y después de tantas reuniones de trabajo se acordó buscar personas éticas, que a pesar de sus limitaciones pudieran testimoniar cómo estaban viviendo, qué hacían y qué necesitaba la Argentina que amanecía en el siglo XXI…

Así fue como apareció el conocimiento de la persona del Doctor René Favaloro, ¨uno de los hombres más éticos que conoció la Argentina contemporánea¨

Los alumnos respondieron elaborando con sus docentes las preguntas del cuestionario con los temas de política, sexualidad, drogas, etc. Se trabajó con los Padres; se escribió una carta al Doctor René Favaloro, quien respondió afirmativamente con día y hora para el encuentro. Inmensa alegría para todos: alumnos, docentes, familias.

En el auditorio de la Fundación nos recibió con su figura estilizada, sencilla, y el temple de un gran hombre de ciencia y de la vida. Les dio la bienvenida, expresó que había que escucharlos con mucha atención a los adolescentes, a los jóvenes, su preocupación por la Argentina que necesitaba de hombres y mujeres íntegros, de palabra, de coherencia entre lo que se dice, con lo que se piensa y hace. En fin, fue un aprendizaje para todos y una experiencia vital, de alguien que se mostró con autoridad por humildad. Duró casi dos horas el encuentro de plena comunicación

Estoy convencido que el contacto con personas de bien sean conocidos o no, pero íntegras, a pesar de las dificultades y limitaciones, es una oportunidad que nos brinda la vida para APRENDER y volver APRENDER siempre hasta el final de la existencia.

Jorge Alberto Herrera

DIEZ REGLAS DE ORO PARA LOS JÓVENES

1. HONESTIDAD
2. CULTO A LA VERDAD
3. DEFENSA DE LA LIBERTAD
4. LUCHA POR LA DEMOCRACIA
5. SOLIDARIDAD
6. RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO EN TODOS LOS FRENTES
7. LUCHA POR LA DIGNIDAD DEL HOMBRE
8. PRETENDER UNA VIDA MEJOR
9. BREGAR POR LA UNIDAD LATINOAMERICANA
10. ENTENDER QUE NADA, NADA, NADA SE CONSIGUE SIN ESFUERZO

Un grito desesperado ante una Argentina sorda

¨En esta sociedad tan superficial, yo diría ¨light¨, en donde parece ser que el esfuerzo es algo secundario, insisto el trabajo sacrificado y la entrega son necesarios. Nunca creí en las genialidades, sí en el trabajo cotidiano intenso.¨

¨Ha llegado el momento, insisto, de detener el girar constante de nuestro planeta. Examinarlo, examinarnos, hacer el diagnóstico correcto y buscar todos juntos el tratamiento adecuado. Sólo lo lograremos si entendemos que estamos convocados por un compromiso ineludible: debemos luchar por una sociedad más justa y equitativa, sin prejuicios de ninguna índole¨.

Doctor René Favaloro

1923-2000