Jorge Herrera en Línea

…¨CONVIVIR ES QUERERSE Y RESPETAR LA LIBERTAD DEL OTRO…¨

Convivir es difícil. Muchas veces se cree que la relación con los demás se da en forma espontánea, algo natural, que no debe ser aprendido. Otros creen que el que debe aprender es el niño, el adolescente, el joven, para poder entrar al mundo
adulto. Como si en la adultez ya está todo aprendido y ya se cuenta con los conocimientos necesarios para enfrentar la compleja vida social.  Tal vez, sea así para algunos, pero, creo que son casos excepcionales; el resto de los hombres para no fracasar en la convivencia diaria, necesitamos de vez en cuando reflexionar sobre nuestra conducta, nuestras actitudes, sacar experiencias, modificarlas.

Pasado un tiempo, se ven las consecuencias que trae las formas irreflexivas. Me parece que no alcanza en refugiarse en ¨yo lo siento o lo pienso así ¨.  Creo que no le hace bien quedarse en ese plano, muchas veces se agrava con el mutismo, es decir, con la ausencia de palabra…

El verdadero silencio, es aquel estado reflexivo, en el cual se descubre   el significado del valor de la vida, su misterio…, que nos vincula…, nos liga…, nos une en dignidad, a pesar de las diferencias…, con uno mismo, con el otro, con la naturaleza, con lo trascendente…

 …¿Y SÍ NOS ATREVEMOS A DESCUBRIR ESA DIMENSIÓN DE LA VIDA?…

La vida sana, es un camino que nos propone, mediante un trabajo personal a través de la inteligencia emocional, ejercitar la práctica de la escucha activa, poner palabras a las emociones: cuando se está alegre, ante el enojo, en las dificultades, en los obstáculos de la vida…

PARECIERA QUE EN ESTE MUNDO EN QUE NOS PASAMOS CONSUMIENDO MÁS DE LA CUENTA, EN EL CUAL,
SE ASISTE A LA INDIFERENCIA POR EL OTRO, QUE CORREMOS POR POSEER, TENER SOLAMENTE…, UNA CLAVE DE MEJORA QUE APARECE COMO POSIBLE, ES REVITALIZAR LA PALABRA…, LA COMUNICACIÓN PROFUNDA…EL SENTIDO DE LA EXISTENCIA…

En síntesis, QUERIDO LECTOR/A, se hace necesario una reflexión que RECONDUZCA NUESTRO COMPORTAMIENTO A LAS CLAVES DE VERDAD Y BIEN. La convivencia está muy necesitada de estos dos valores para que no se destruya. Sin la verdad la convivencia se hace imposible. La verdad es la base de todas las relaciones sociales. Muchas de las dificultades que se plantean en el trato cotidiano tienen su origen en medias verdades o mentiras o maquilladas.

La verdad, siempre nos hace más libres y nos une más a los demás. También, esa verdad se une con el bien: esa disposición de ánimo que desea lo mejor para los demás, sin prejuicio. Desear y hacer el bien a los demás, es el punto de
partida y de llegada de la convivencia.

Si no existe ese deseo de reconocer el error, si no se desea lo mejor para los demás, y sin perdón sincero, la convivencia entre los humanos se hace difícil.

 …Y SI EMPEZAMOS POR REFLEXIONAR Y PREGUNTARNOS, ¿QUÉ NOS PASA?, ¿CUÁL ES EL PROBLEMA DE TU ENOJO?, ¿Y SI TOMO LA DECISIÓN Y LO HABLO?…

Gracias por estar!!

Jorge Alberto Herrera. Educador contemporáneo.