…¡CANTA Y CAMINA!…
Hace casi un mes tuve una experiencia personal, muy fuerte que me dejó rumiando y pasado el tiempo, consideré oportuno volcarlo al papel, quizás en forma desordenada, pero muy necesario para mi existencia, escribir algunas reflexiones casi al galope, y por qué no al trote en esta vida tan compleja.
Se trata de un accidente automovilístico en Esquel, en el cual, el padre de una alumno del Colegio perdió la vida. Ese mismo día, un familiar se acercó a informarnos. Esa persona, destruida emocionalmente, casi sin hablar, en frente de mí, respondió casi balbuceante, a la única pregunta que me salió: ¨hace dos años que no tengo fe, después de la muerte de mi mamá¨, expresó esa Sra.
Ese viernes, finalizaba una semana en la que habíamos festejado el nacimiento de la hija del profesor de Música, con la otra cara de la vida: la muerte de ese papá…
¿Con la muerte se termina todo?
Santo Tomás, expresa que ¨El hombre se sitúa entre dos mundos: se compone de cuerpo material y alma espiritual; por el cuerpo se vincula con el mundo sensible y por el alma con el mundo espiritual. Es lo más perfecto en el orden sensible y la sustancia intelectual menos perfecta. Gracias a su alma los vivientes tienen operaciones distintas de los no vivientes: nacer, nutrirse, crecer, reproducirse, moverse localmente y morir, y en los grados superiores sentir, pensar y querer. Santo Tomás define el alma como el principio de la vida y como la forma de un cuerpo físico que tiene vida en potencia. Hará mención también a las facultades o potencias activas del alma, que pueden ser corpóreas o incorpóreas: las primeras requieren un órgano corporal, las segundas (el entendimiento y la voluntad) necesitan únicamente del alma.
Además del intelecto, el alma humana contiene tres tipos de facultades mentales: la voluntad o apetito racional, las
facultades de la sensación (vista, oído…) y la sensualidad o apetito sensible. Santo Tomás defiende un dualismo antropológico moderado pues entiende que la palabra «hombre» designa la unidad de cuerpo y alma, y no únicamente
alma.
El hombre se encuentra en el orden sobrenatural por la gracia divina, merced a la cual alcanza un estado de perfección al que no puede llegar por sí mismo, pero ninguna esfera de la actividad humana se puede comprender sin referencia a
Dios; así por ejemplo, el conocimiento se ordena a la verdad y Dios es la suprema verdad. El objetivo supremo del hombre es la visión de Dios en la otra vida.¨
Sea cual sea la visión que tú tengas, lo cierto es que es un don que recibimos sin mérito alguno para gozarla y entregarla, cuando el Creador la solicite… No es verdad que la vida surja de la nada o por que sí, como creen los que en nada creen, sino que nace de la fuente de un Dios que es la misma vida. No importan los años, importa la vida. Siempre será buena si la vivimos a pleno pulmón, con protagonismo. La vida pasa. Es su ley.
Se nos ha dado la vida para vivirla, no para matarla. Y la matamos cuando no reconocemos por ley al embrión humano, y destruimos por el aborto a esa persona recién concebida
También la matamos cuando no perdonamos, cuando nos cerramos y no podemos escucharnos, cuando por egoísmo, y su sin razón, nos lleva a creer que somos la verdad, dominándonos la intolerancia…
La vida es don y tarea. Es don de Dios fruto de su amor y en Él culmina. La muerte del hombre es el final de una etapa, pero no el término de la vida. Es más bien llegada. No es una puerta que se cierra, sino una puerta que se abre a la Vida para siempre por la Resurrección del Señor. Es una tarea, que requiere caminar en la búsqueda de descubrir el sentido de nuestra vida.
Y mientras dure nuestra peregrinación, como dice Agustín, canta y camina: ¨Canta, sí, como cantan los viajeros; pero
canta y camina. Canta para recobrar fuerzas en medio de los trabajos…en la recta fe, avanza en las buenas costumbres…No te equivoques en la elección del camino, no vuelvas hacia atrás, no te detengas¨ (Serm.256,3)
Sé que es muy difícil entender el tema de la muerte, y para mí también lo es, todo los días…Sólo es posible desde el lenguaje de la fe.
Fuente: Baztán, Teodoro. Lámparas de barro. Ed. AVGVTINVS
¡¡GRACIAS POR ESTAR!!
Jorge Alberto Herrera. Educador contemporáneo
3 Comments to “…¡CANTA Y CAMINA!…”
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By kuky olivar, 20 septiembre 2012 @ 9:14
Hay cosas que forman parte del misterio de Dios. Se habrá preguntado la familia por qué no se salvó? eso, también forma parte del misterio. La muerte no es un final sino un principio. Los que murieron fisicamente estan junto al Señor porque forma parte un plan divino.
Las personas queremos entender las cosas tremendas con la razón, que es limitada. Hay que entenderlas con laFe, que no tiene ningún límite.
Y… quizás esto suene infantil, peo es mi forma de ver y aceptar la muerte: las personas queridas se mudan al barrio que está detrás de las estrellas y allí nos esperan.
Gracias Jorge por estar.
Kuky.
By María Virginia, 17 diciembre 2012 @ 23:01
En mis 38 años he aprendido algunas cosas que forman parte de mi andamiaje espiritual. Morimos cuando nos dejamos ganar por el miedo, la intolerancia o la rabia. Cuando cerramos los ojos y guardamos las manos ante quien con su presencia frágil nos reclama atención. Cuando dejamos pasar el día sin levantar el templo interno de la FE. Cuando no amamos.
Y aprendí también que vivimos plenamente cuando conocemos profundamente el amor: a nuestros hijos, padres, amigos, maestros. La muerte se lleva lo visible, lo sensible permanece. El amor trasciende a la muerte y cual ladero…no deja de enseñarnos con los recuerdos, con las experiencias compartidas.
Tuve muchos maestros. Dios me permita tener muchos más. Un abrazo a mi Dire querido!
By Jorge Herrera, 18 diciembre 2012 @ 16:19
Gracias Virginia!!, por tus reflexiones, también me he enriquecido con tu presencia. Le doy gracias al Tata por mi paso en el parroquial. Abrazo