Jorge Herrera en Línea

PASIÓN Y REFLEXIÓN

Nos pasa a diario a los seres humanos que ante la pasión hacia una actividad, ya sea, la búsqueda constante de lo nuevo en el uso de la tecnología, el ejercicio de la política en la búsqueda de mayor poder, en las relaciones humanas frente al enojo por cualquier circunstancia que nos impide la búsqueda de diálogo y una franca comunicación, que incluye un mutuo perdón y seguir adelante, etc., nos olvidamos de reflexionar en lo pequeño, en lo cotidiano y así lentamente se va enturbiando el alma, la inteligencia queda atrapada por la pasión imposible, el cuerpo se resiente y el desenlace es fatal para esa persona, que puede ser cualquiera de nosotros paciente lector.

¿Qué nos pasa a los seres humanos que nos creemos que no nos vamos a morir?, ¿por qué nos cuesta ser reflexivos frente a las conductas y reacciones?

El vocablo pasión significa, de acuerdo al diccionario Durvan: ¨cualquier afecto desordenado del ánimo; ¨inclinación y preferencia muy vivas por una persona¨, ¨estado afectivo duradero del ánimo que impulsa y hasta monopoliza con fuerza las actividades del hombre¨, etc. Se puede inferir que es una fuerza positiva que tiene una persona para alcanzar una meta. Pero, a mi entender, es más valiosa si va acompañada de la reflexión

La acción sin reflexión en una persona, no es un seguro camino en una sociedad que tiene que alcanzar la madurez. Se es maduro reflexivamente, cuando se puede volver sobre las acciones realizadas, evaluarlas, tomar conciencia de las acciones vividas con pasión, incluyo pedir perdón con sinceridad; es hacerse cargo con una actitud responsable; es cambiar de rumbo; es poder escucharse a uno mismo, escuchar al otro; ser solidario…

La vida no es una pasión inútil. Tampoco se trata de culpas tortuosas. Se trata de vivir con dignidad, con libertad interior. Está claro que la vida es un don de Dios que nos ha sido dada sin mérito del hombre y como dice la canción: ¨nos la han prestado y hay que devolverla¨.

Creo, querido lector/a, sin imponerte nada, sólo el deseo de compartir algunas vivencias en el día del fallecimiento del ex presidente, que si la pasión va unida de la reflexión diaria, es una alternativa posible de aprender a vivir juntos en la sociedad con más respeto y solidaridad, aún ante las diferencias.

Gracias por estar!!

Jorge Herrera
Educador contemporáneo